Entre el test proyectivo y la bola de cristal.
La Grafología estudia la personalidad del
individuo a través de su escritura. Consiste en un arte o técnica que trata de
determinar las cualidades psicológicas, temperamento y estado de ánimo de quien
escribe. A través de ella sería posible diagnosticar determinadas
alteraciones o disfunciones de la
conducta del autor de un escrito.
Desde la perspectiva de la escritura como
test proyectivo podemos situar a la Grafología en el campo de la Psicología
experimental. Los distintos estudios científicos que se han llevado a cabo una
base empírica suficientemente contrastada como para darle validez. No obstante
no nos encontramos en un punto de llegada, la Grafología tiene por delante un
arduo trabajo de investigación en distintos campos donde su utilidad es
inequívoca.
Las distintas escuelas enfocan el análisis
desde perspectivas concretas en que se manifiesta la psique sobre el grafismo.
Así, la Escuela Francesa o Mímica viene a estudiar en el grafismo el reflejo de
la “gesticulación” de su autor (p. ejem.: energía = movimientos seguros y
fuertes, ascendentes; y a la inversa); la Escuela Simbólica o Psicoanalítica
Suiza (Max Pulver) descubre la manifestación de símbolos o arquetipos colectivos
anclados en el inconsciente del sujeto; la Escuela Emocional (Curt Honroth
diría “cuando la mente duda, la mano tiembla”), en ella se estudia la
traslación de la emoción al grafismo; Grafoanálisis, Escuela española que
estudia estadísticamente 24 vectores de personalidad manifestados en la
escritura. Además de las citadas existen otras Escuelas que estudian el
grafismo desde otras perspectivas aportando un conocimiento sobre el autor de
un escrito.
La Grafología como test proyectivo llega a
superarlos impidiendo que el sujeto controle el resultado de la prueba aun
siendo consciente de estar sometido a ella, pues resulta imposible controlar
todas las características que influyen y regulan el gesto gráfico tal y como
afirmaría Saudek.
No estamos ante ningún arte de adivinación
aunque si permanecemos de modo estático en alguna de las perspectivas
reseñadas, es posible que se produzca una interpretación sesgada del dato
observado. Por eso no diremos que la Grafología es errónea o falta de
cientifismo, habrá que achacar al grafólogo el no aplicar el enfoque adecuado,
del mismo modo que ocurre en cualquier profesión, y no por ello se pone en duda
la profesión o la ciencia por una mala praxis.
Saludos
ANTUD.
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